
No es apropiado referirse
a esta magnitud como a una de velocidad, ya que la velocidad a la que se
propagan los datos nada tiene que ver con el caudal o flujo que se transmite
por un medio determinado: una señal electromagnética en un medio propaga
información siempre a la velocidad de la luz en ese medio2
con independencia de si transmite un flujo de 1 kbit/s o de 1 Mbit/s.
Por tanto, el tiempo
necesario para recibir el primer bit desde que este se transmite de una sonda
en Marte es una constante (varios minutos) que nada tiene que ver con el tiempo
necesario para recibir un volumen determinado de datos una vez el primero ha
alcanzado su destino: lo primero depende de la velocidad y lo segundo del
flujo. Del mismo modo, no debe ser confundida la velocidad de un fluido (m/s)
en un punto de un conducto con su caudal (m³/s).
En muchas aplicaciones de
vídeo, la tasa de información se suele expresar en Mb/s (megabits por segundo):
32 kbit/s, o bien 0,032
Mbit/s (calidad videoteléfono, que es la mínima calidad necesaria).
2 Mbit/s (calidad VHS)
8 Mbit/s (calidad DVD).
55 Mbit/s (calidad HDTV).
En aplicaciones de
audiofrecuencia, el estándar Red book del CD-audio genera, sin compresión de
datos, un flujo neto (solo muestras de la señal) de 1,41 Mbit/s (aunque el
flujo bruto, incluyendo redundancia para detección y corrección de errores e
información auxiliar de control es de 1,94 Mbit/s).
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